El 20 de septiembre de 2024, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó una resolución con un voto unánime de 405-0 destinada a aumentar la seguridad del expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris. Esta legislación sigue a dos intentos de asesinato contra Trump, lo que resalta una creciente preocupación por la violencia política en el país.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, enfatizó que este tema trasciende las líneas partidarias, afirmando: 'Este no es un tema partidista.' Señaló que Trump es posiblemente la figura política más amenazada de la historia.
El proyecto de ley exige que el Servicio Secreto refuerce las protecciones para ambas figuras, pero no asigna fondos adicionales para ello. Los líderes republicanos de la Cámara atribuyen las recientes deficiencias de la agencia a una mala gestión en lugar de a restricciones financieras. 'Se trata de asignación,' dijo el líder de la mayoría en la Cámara, Steve Scalise.
A raíz del reciente intento de asesinato, Johnson instó al presidente Biden a asegurarse de que Trump reciba el mismo nivel de protección que un presidente en funciones. Biden reconoció la necesidad de un mayor apoyo para el Servicio Secreto, y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, propuso financiamiento inmediato como parte de un acuerdo más amplio para financiar al gobierno.
El clima político en torno a este asunto se ha intensificado, con los republicanos culpando a los demócratas de incitar a la violencia contra Trump. La presidenta del GOP en la Cámara, Elise Stefanik, pidió a los medios que rindan cuentas sobre la retórica incendiaria de los demócratas. En contraste, varios líderes demócratas, incluidos Biden y Harris, han condenado los ataques contra Trump y se han comprometido a proporcionar los recursos necesarios para su protección.
El proyecto de ley ahora se dirige al Senado, donde ha recibido apoyo bipartidista.