Un ataque coordinado por un grupo yihadista afiliado a Al-Qaeda tuvo como objetivo instalaciones militares y policiales en Bamako, Malí, el 17 de septiembre de 2024, marcando una escalada significativa de la violencia en la región.
El ejército maliense confirmó algunas bajas, incluidos gendarmes asesinados durante el asalto a una escuela de policía, mientras que el grupo yihadista afirmó haber causado cientos de muertes entre los militares, incluidos mercenarios rusos. El ataque se desarrolló durante varias horas, durante las cuales los militantes ocuparon partes del aeropuerto internacional de Bamako.
Este incidente coincide con el primer aniversario de la creación de los Estados del Sahel, una alianza formada para combatir el yihadismo en la región. Los expertos señalan que la retirada de las fuerzas francesas y de la misión de la ONU ha fortalecido a varias facciones yihadistas, permitiéndoles atacar en lugares estratégicos dentro de la capital.
Drissa Kanambaye, residente de Bamako, enfatizó la necesidad de mejorar la inteligencia y la cooperación comunitaria para contrarrestar la influencia de las células durmientes incrustadas en las áreas urbanas. La posibilidad de ataques similares en capitales vecinas, como Ouagadougou y Niamey, plantea preocupaciones sobre la estabilidad más amplia de la región del Sahel.
La situación sigue siendo fluida, con implicaciones significativas para la seguridad regional y los esfuerzos internacionales de lucha contra el terrorismo.