La nave espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha concluido su misión después de que su equipo en la Tierra enviara los comandos finales, incluidos los de desactivar sus sistemas de comunicación y su computadora central. A pesar de que la nave espacial se ha silenciado, su extenso archivo de datos seguirá influyendo en la investigación astronómica durante muchos años.
Los datos de Gaia son invaluables para la arqueología galáctica, la evolución estelar y los estudios de exoplanetas. Los rastreadores de estrellas en la nave espacial Euclid de la ESA utilizan los datos de Gaia para una orientación precisa, y la próxima misión Plato explorará los exoplanetas identificados por Gaia.
Durante sus últimas semanas, el equipo de control de Gaia realizó pruebas tecnológicas en el sistema de micropropulsión de la nave espacial para evaluar su rendimiento después de una década en el espacio. Estas pruebas informarán el desarrollo de sistemas de propulsión para futuras misiones de la ESA como LISA.