WASHINGTON -- Slingshot Aerospace, una empresa de seguimiento y análisis espacial, ha asegurado un contrato de 5,3 millones de dólares de la Oficina de Comercio Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) para desarrollar la experiencia del usuario de una plataforma de coordinación del tráfico espacial de nueva generación conocida como Sistema de Coordinación del Tráfico Espacial (TraCSS). El contrato, anunciado el 26 de noviembre de 2024, incluye opciones para cuatro años adicionales, lo que podría elevar su valor a 13,3 millones de dólares.
TraCSS tiene como objetivo modernizar la gestión del tráfico espacial en EE. UU. y mejorar la seguridad de los satélites civiles y comerciales. NOAA anticipa lanzar la interfaz principal del sistema, TraCSS.gov, para finales de 2025, antes de la transición de usuarios comerciales desde el antiguo sistema space-track.org del Departamento de Defensa. El Administrador de NOAA, Rick Spinrad, declaró que este contrato representa un avance significativo en la provisión de servicios de seguridad de vuelos espaciales a operadores globales.
Las herramientas de visualización de Slingshot mejorarán la accesibilidad de los datos técnicos a través de una interfaz moderna. La iniciativa surge de la Directiva de Política Espacial-3, que transfirió las responsabilidades de coordinación del tráfico espacial del DoD a la OSC, reflejando la creciente comercialización del espacio.
En un desarrollo relacionado, la NASA ha otorgado un contrato de 20,5 millones de dólares al Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins para construir sensores de iones supratérmicos para el programa Space Weather Next de la NOAA. Este contrato, que se extenderá hasta el 31 de enero de 2034, incluye el desarrollo de dos instrumentos que proporcionarán datos críticos al Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA. Estos sensores monitorearán iones y electrones supratérmicos para ofrecer alertas tempranas sobre los impactos del clima espacial, incluidas las posibles interrupciones en los sistemas de energía y comunicación.
Ambas iniciativas subrayan el compromiso de la NOAA de mejorar la seguridad espacial y las capacidades de pronóstico meteorológico en un entorno orbital cada vez más congestionado.