Científicos han desarrollado un modelo innovador para rastrear la evolución química del cometa Hale-Bopp, proporcionando información sobre la formación de planetas y el potencial de vida más allá de la Tierra. El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Virginia, utiliza datos de observación extensos y modelos computacionales para analizar la composición química de Hale-Bopp a lo largo del tiempo.
Hale-Bopp, conocido como el Gran Cometa de 1997, se originó en la Nube de Oort y tarda aproximadamente 2,400 años en completar su órbita alrededor del sol. Se cree que el cometa contiene restos primitivos del antiguo sistema solar, lo que lo convierte en un sujeto valioso para comprender la historia cósmica.
El nuevo modelo, llamado MAGICKAL, es el primero de su tipo en analizar la química del cuerpo de un cometa en lugar de solo sus interacciones en fase gaseosa. Divide a Hale-Bopp en 25 capas de hielo y polvo, permitiendo a los investigadores simular los complejos procesos químicos que ocurren a diferentes profundidades a medida que el cometa se acerca al sol.
Los hallazgos clave sugieren que la mayoría de las moléculas orgánicas complejas en Hale-Bopp probablemente son heredadas de sus orígenes primordiales, en lugar de formadas durante su viaje actual. Estas moléculas, incluyendo formamida y metanol, podrían proporcionar pistas sobre los orígenes de la vida en la Tierra.
Aunque los resultados contribuyen a la comprensión del paisaje químico del joven sistema solar, los investigadores advierten contra sacar conclusiones definitivas sobre el papel de los cometas en la entrega de moléculas orgánicas a la Tierra. El equipo planea refinar aún más su modelo y estudiar otros cometas, incluido 67P, para mejorar las predicciones sobre sus historias químicas.