La Corte Suprema de EE.UU. está escuchando actualmente los argumentos orales en el caso Free Speech Coalition contra Paxton, que cuestiona la constitucionalidad de una ley de Texas que exige la verificación de edad para sitios de contenido explícito, incluidas plataformas populares como Pornhub. La legislación también requiere que estos sitios publiquen advertencias sobre los supuestos daños de la pornografía en el desarrollo cerebral, a pesar de carecer de respaldo científico.
El enfoque de los argumentos ha sido si una corte de apelaciones aplicó el nivel de escrutinio correcto al evaluar los riesgos de la ley, especialmente después de que fue inicialmente rechazada como inconstitucional. Este caso refleja una discusión más amplia sobre si las decisiones anteriores de la Corte Suprema se han vuelto obsoletas a la luz del paisaje en evolución de Internet.
Históricamente, la Corte Suprema ha declarado inconstitucionales leyes similares de verificación de edad. Sin embargo, este nuevo caso se suma a los debates recientes sobre la regulación de Internet, incluidas las prohibiciones potenciales de plataformas como TikTok.
En 2023, Texas promulgó la Ley H.B. 1181, que exige la verificación de edad en sitios web con al menos un 33% de contenido considerado 'dañino para menores' y requiere advertencias sobre los peligros de la pornografía.
La Free Speech Coalition (FSC), que representa a la industria del entretenimiento para adultos, presentó una demanda argumentando que la ley viola derechos constitucionales. Un tribunal de distrito inicialmente falló en contra de la ley, citando violaciones de la libertad de expresión, pero una corte de apelaciones revirtió parcialmente esta decisión, permitiendo la verificación de edad mientras anulaba el requisito de advertencia de salud.
El juez Jerry Smith, en la opinión mayoritaria, defendió el interés del estado en proteger a los menores de la pornografía, mientras que el juez Patrick Higginbotham disintió, argumentando que la ley afecta el discurso protegido de los adultos y tiene efectos intimidantes.
Esta situación se relaciona directamente con el caso Ashcroft contra ACLU II de 2004, donde la Corte bloqueó una ley federal de verificación de edad para contenido 'dañino para menores', señalando que los filtros parentales eran una alternativa menos restrictiva.
Sin embargo, algunas voces argumentan que las condiciones han cambiado significativamente desde entonces, ya que el uso generalizado de teléfonos inteligentes permite a los menores manejar la tecnología mejor que sus padres, eludiendo potencialmente los filtros parentales con facilidad. Este debate en curso podría tener implicaciones de gran alcance para todo el ecosistema de Internet.