Ingenieros australianos han desarrollado un chip neuromórfico que imita la visión humana.
Detecta movimientos, almacena recuerdos y procesa información sin una computadora externa.
El chip utiliza disulfuro de molibdeno (MoS₂) para capturar la luz y procesarla en señales eléctricas, similar a las neuronas.
Las características clave incluyen:
Operación autónoma para procesamiento visual instantáneo.
Detección de bordes, que requiere menos datos y energía.
Almacenamiento en memoria de los cambios detectados.
Operación en el espectro visible, superando las versiones anteriores basadas en UV.
Este chip puede detectar cambios en el movimiento y crear recuerdos sin un uso extensivo de datos o energía.
Ofrece tiempos de respuesta más rápidos para aplicaciones como vehículos autónomos y robótica.
La tecnología aún requiere ampliación y refinamiento de los procesos de fabricación para su uso práctico.