Los usuarios de Windows 10 y 11 pueden designar las nuevas redes como públicas o privadas, lo que afecta la configuración de seguridad y las capacidades de intercambio de archivos.
Las redes públicas activan reglas de firewall más estrictas, bloqueando el descubrimiento de redes, la configuración automática de impresoras y el intercambio de archivos.
Las redes privadas son adecuadas para entornos de confianza como el Wi-Fi doméstico, lo que permite una conectividad perfecta con otros dispositivos.
Los usuarios pueden cambiar una red pública a privada a través de la configuración de Windows o, alternativamente, usando Windows PowerShell con derechos de administrador.
Esto garantiza una seguridad de red adecuada y habilita las funciones de conectividad deseadas.