Nissan se enfrenta a una grave crisis financiera, con deudas potenciales que alcanzan los 5.6 mil millones de dólares. La compañía ha iniciado un programa significativo de reducción de costos, que incluye la eliminación de 9,000 empleos y un recorte del 20% en su capacidad de producción global.
Las ventas han caído un 3.8%, con una notable disminución del 14.3% en China. El CEO Makoto Uchida ha reducido su salario a la mitad, y el CFO está renunciando, pero estas medidas pueden no ser suficientes contra competidores que sobresalen en la producción de vehículos híbridos.
Las preocupaciones están aumentando sobre las alianzas estratégicas de Nissan con Mitsubishi y Renault, con especulaciones sobre una reducción en la participación de Renault. La empresa puede necesitar asistencia gubernamental dentro del año para sobrevivir.
El jefe de fabricación de Nissan anunció cambios operativos para mejorar la eficiencia en 25 líneas de producción. El fabricante de automóviles también está explorando posibles asociaciones con Honda como un plan de contingencia.