La industria automotriz europea, liderada por fabricantes alemanes y franceses, enfrenta desafíos significativos, incluidos la caída de la demanda de vehículos eléctricos (VE), el aumento de la competencia de China y el exceso de capacidad de producción.
Actores clave como Volkswagen, Renault y Stellantis están experimentando caídas en las ventas y aumentos en los inventarios. Stellantis ha anunciado recortes de producción debido a una demanda más débil, proyectando un flujo de efectivo negativo entre cinco y diez mil millones de euros, mientras que sus acciones han caído casi un 40% este año.
Volkswagen también ha rebajado su pronóstico de ganancias en dos ocasiones en menos de tres meses, enfrentando caídas en las ventas en China y Estados Unidos. De manera similar, Renault y Aston Martin reportan problemas de demanda en China, donde las marcas locales ofrecen alternativas más baratas.
Fabricantes chinos como Geely, BYD y Chery planean establecer fábricas en Europa para eludir los aranceles sobre los VE, intensificando así la competencia. A pesar de los aranceles de la UE, estas empresas desarrollan rápidamente modelos eléctricos a menor costo, poniendo a las empresas europeas en una posición desventajosa.
Los expertos argumentan que los fabricantes de automóviles europeos han sido lentos para adaptarse a los cambios del mercado impulsados por políticas pro-VE en China y Europa. Políticas como el Pacto Verde de la UE y la prohibición de motores de combustión interna para 2035 ejercen una presión inmensa para una transformación rápida, arriesgando la competitividad y el crecimiento económico de Europa.
Las instalaciones de producción de grandes fabricantes como BMW, Mercedes, Renault y Volkswagen están operando por debajo de su capacidad. La planta de Mirafiori de Stellantis en Italia ha visto caer su producción más del 60% para el Fiat 500e. Audi está considerando cerrar su planta en Bélgica debido a la baja demanda del Q8 e-tron. Volkswagen está contemplando cerrar su planta en Dresde debido a las malas ventas de VE.
A pesar de estos desafíos, Volkswagen reportó una ganancia de 22.6 mil millones de euros este año, esperando alrededor de 20 mil millones de euros el próximo año. Sin embargo, los analistas sugieren que su gestión de crisis podría ser una táctica para presionar a los sindicatos en busca de nuevas subvenciones estatales para programas de VE.
Algunos expertos recomiendan la creación de un 'club climático' que incluya a los principales emisores de CO2 como China e India, con el objetivo de reducir el apoyo a los combustibles fósiles y crear condiciones de competencia justa en el mercado automotriz global. Si bien se considera necesaria la transición hacia una movilidad verde, los expertos advierten que los cambios demasiado rápidos podrían poner en peligro la base industrial de Europa.
En Croacia, el sector automotriz está pidiendo reformas en la legislación nacional sobre incentivos para VE, criticando el sistema actual como ineficaz. Proponen medidas como reducciones de IVA para VE y incentivos fiscales para empresas que utilizan vehículos eléctricos.