La aparición de ChatGPT ha introducido una nueva manera de obtener apoyo emocional. Muchos usuarios valoran su accesibilidad, disponibilidad las 24 horas y la posibilidad de comunicarse de forma discreta desde casa. Algunos encuentran útil compartir sus pensamientos con ChatGPT, ya que responde con empatía y ofrece consejos generales, brindando así apoyo en cualquier momento.
Sin embargo, los expertos advierten sobre los riesgos de considerar ChatGPT como un sustituto de la terapia profesional. Aunque puede sugerir estrategias para afrontar problemas y proporcionar orientación general, carece de la profundidad, inteligencia emocional y enfoque personalizado que puede ofrecer un terapeuta humano. Los problemas emocionales y psicológicos complejos requieren una atención especializada que la inteligencia artificial no puede proporcionar.
Además, la falta de regulación en el uso de herramientas de IA aplicadas a la salud mental genera preocupaciones. Sin supervisión, existe el riesgo de que los usuarios reciban consejos incorrectos o incluso perjudiciales. Se han reportado casos en los que algunas personas han desarrollado una dependencia excesiva de los chatbots de IA, lo que resalta los peligros potenciales de un uso incontrolado de esta tecnología.
ChatGPT puede ser una herramienta útil para expresar emociones y obtener orientación general, pero no debe considerarse una alternativa a la ayuda profesional. Las personas que enfrentan problemas graves de salud mental deben buscar el apoyo de terapeutas calificados. La inteligencia artificial puede complementar la asistencia psicológica, pero nunca reemplazará la experiencia humana ni un tratamiento especializado.