La industria cinematográfica está a punto de experimentar una transformación significativa para 2025, impulsada por los avances en las técnicas de producción y la adopción de tecnologías innovadoras.
Los estudios ahora son capaces de recrear cualquier ubicación en todo el mundo, ofreciendo a los cineastas una libertad creativa sin precedentes. Este cambio es similar al movimiento neorrealista italiano posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Se espera que esta transformación mejore la calidad de la cinematografía, reduzca los costos y agilice el proceso de producción. El uso de tecnologías avanzadas también permitirá una postproducción y distribución más eficientes.