Astrónomos han identificado recientemente dos enigmáticas esferas de hielo ubicadas en una región remota de la Vía Láctea, cuyas propiedades desafían la comprensión actual de la formación estelar. Estos objetos, detectados por primera vez en 2021, están situados a 30,332 y 43,704 años luz del Sol, respectivamente, y no están vinculados gravitacionalmente.
Las observaciones iniciales se realizaron utilizando el telescopio espacial AKARI entre 2006 y 2011. Estudios recientes que utilizan el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) en Chile han proporcionado más información, sugiriendo que estas esferas pueden ser nubes de gas densas o un tipo completamente nuevo de objeto estelar.
Las observaciones infrarrojas indican que el gas que rodea estas esferas está compuesto principalmente de dióxido de silicio y monóxido de carbono, una composición típicamente asociada con estrellas jóvenes. Sin embargo, dada su pequeña tamaño y temperaturas extremadamente bajas, es poco probable que sean estrellas.
El Dr. Takashi Shimonishi de la Universidad de Niigata, quien lidera la investigación, declaró que las teorías existentes no logran explicar las propiedades de energía espectral de estos objetos. El equipo de investigación ha solicitado tiempo de observación con el Telescopio Espacial James Webb para realizar un análisis más detallado.
Estas esferas de hielo, que miden diez veces el tamaño de nuestro sistema solar, presentan un misterio único en el campo de la astronomía. Los hallazgos han suscitado interés y debate entre los científicos sobre sus orígenes y clasificación, indicando un posible descubrimiento de un tipo desconocido de cuerpo celeste.