Los científicos han propuesto que Urano y Neptuno podrían albergar vastos océanos de agua debajo de sus atmósferas. Observaciones de la sonda espacial Voyager 2 de la NASA en 1986 revelaron que el campo magnético de Urano está significativamente distorsionado, alejándose del centro del planeta.
Tres años después, se detectó una anomalía similar en el campo magnético de Neptuno. El campo magnético generado en el núcleo externo de la Tierra se alinea casi perfectamente con su eje de rotación, creando polos distintos.
La astrónoma Heidi Hammel señaló que parece haber un enorme imán de barra dentro de los planetas. Este fenómeno también se observa en la Tierra, Saturno, Júpiter y algunas de las lunas de Júpiter.
Durante años, los investigadores han buscado entender por qué los campos magnéticos de Urano y Neptuno están inclinados. Un estudio publicado este mes sugiere que una tormenta solar ocurrida durante la visita de Voyager 2 pudo haber causado perturbaciones en el campo magnético de Urano, lo que llevó a los científicos a especular sobre la existencia de océanos en el planeta.
El 25 de noviembre, un nuevo estudio en la revista PNAS argumenta que océanos hipotéticos en ambos planetas podrían contribuir a las características inusuales de sus campos magnéticos. El Dr. Burkhard Militzer, un científico planetario de la Universidad de California en Berkeley, creó un modelo computacional para investigar esta anomalía.
El modelo indica que hay una masa de agua de aproximadamente 8,000 kilómetros de grosor debajo de las atmósferas de los planetas, separada de sus núcleos por una capa rica en hidrocarburos. El Dr. Militzer cree que la presión extrema—60,000 veces la de la superficie de la Tierra—previene la mezcla entre estas capas.
Según la investigación, Urano tiene un núcleo del tamaño de Mercurio, mientras que el núcleo de Neptuno es un poco más grande, comparable al de Marte. El estudio postula que la capa de hidrocarburos inhibe la convección, lo que lleva a las distorsiones del campo magnético observadas.
Anteriormente, los científicos pensaban que los dos planetas tenían estructuras más homogéneas. El Dr. Militzer explica que normalmente, la capa de agua bajo una envoltura de hidrógeno se dispersaría. Sin embargo, los gigantes de hielo, al estar más lejos del Sol, pueden haberse formado con menos hidrógeno, lo que podría aclarar las diferencias entre estos dos gigantes de hielo y Júpiter y Saturno.
El Dr. Militzer concluyó que ahora tienen una sólida teoría que explica por qué Urano y Neptuno tienen campos magnéticos distintos que son muy diferentes de los de la Tierra, Júpiter y Saturno. Comentó: 'No sabíamos esto antes. Se asemeja al aceite y al agua; la única diferencia es que el aceite se hunde porque se pierde hidrógeno.'