Imagine un internet a prueba de hackeos. Investigadores de Toshiba Europe han logrado un hito significativo hacia esta realidad, probando con éxito una red cuántica sobre la infraestructura de fibra óptica existente que abarca 254 kilómetros en Alemania.
Este avance, anunciado recientemente, demuestra la viabilidad de la distribución cuántica de claves (QKD) sin necesidad de refrigeración especializada, un obstáculo importante en la comunicación cuántica. El sistema opera a temperatura ambiente, lo que lo hace más práctico para su implementación en el mundo real.
La red aprovecha las propiedades únicas de la mecánica cuántica, como el entrelazamiento y la superposición, para crear fotones en un estado cuántico que es imposible de descifrar. Esto asegura una comunicación segura, ya que cualquier intento de interceptar los datos perturbaría el estado cuántico, alertando al remitente y al receptor.
A principios de este año, el equipo del profesor Prem Kumar en la Universidad Northwestern también logró avances al transmitir estados cuánticos frágiles a través de cables de Internet ruidosos utilizando longitudes de onda específicas. Su experimento consistió en enviar fotones entrelazados a 1.290 nanómetros a través de una fibra óptica de 30,2 kilómetros que transportaba 400 Gbps de tráfico de Internet convencional.
El logro de Toshiba se basa en este progreso, demostrando que un internet cuántico no necesariamente requiere un sistema de cables completamente nuevo. Más allá de la comunicación segura, un internet cuántico podría conectar computadoras cuánticas, permitiéndoles abordar problemas complejos que están fuera del alcance de la tecnología actual y mantener una sincronización precisa.
Si bien las computadoras cuánticas y la tecnología de internet cuántico aún se encuentran en sus primeras etapas, estas pruebas son pasos vitales para hacer realidad su potencial. Allanan el camino para un futuro donde la comunicación ultrasegura y la potencia computacional sin precedentes se conviertan en algo común.