Científicos del CERN han descubierto un nuevo método para estudiar el plasma de quarks y gluones, ofreciendo nuevas perspectivas sobre los primeros momentos del universo. Este avance se logró utilizando el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) y el detector ALICE.
La colaboración ALICE ha medido con éxito la fuerza fuerte entre partículas que contienen quarks pesados. Este logro permite a los científicos sondear las propiedades del plasma de quarks y gluones con una precisión sin precedentes.
Este nuevo enfoque podría mejorar significativamente nuestra comprensión de las fuerzas fundamentales que gobiernan el universo. También podría conducir a avances en diversas aplicaciones tecnológicas, incluida la ciencia de los materiales y la informática.