Los científicos sugieren que los agujeros negros, rodeados de materia que consumen, podrían convertirse en fuentes de energía limpia. La energía extraída de un agujero negro en rotación es cinética, manteniendo su giro. Su inmensa gravedad deforma el espacio-tiempo, causando el efecto Lense-Thirring, donde los objetos circundantes son arrastrados. La energía liberada se debe a que el agujero negro transfiere su energía rotacional a los objetos en su vecindad.
Este proceso podría observarse en los cuásares, agujeros negros supermasivos rodeados de gas y polvo. La forma más simple de extraer energía de un agujero negro implica la utilización de las emisiones de los cuásares, aunque esto produce energía térmica en lugar de rotacional. Extraer energía rotacional es más complejo, lo que podría requerir una estructura similar a un carrusel que gire únicamente por inercia.
Los científicos también han resuelto un enigma de la física cuántica de 40 años, logrando un avance en la comprensión del entrelazamiento cuántico y describiendo completamente las estadísticas que puede producir. Esencialmente, los físicos han desbloqueado un código del mundo cuántico. Esto podría conducir a avances en la computación y la comunicación cuánticas.