Un estudio reciente ha logrado un avance significativo en la comprensión de la base genética del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Los investigadores han identificado 30 regiones distintas dentro del genoma humano asociadas con el trastorno. Este descubrimiento, publicado en mayo de 2025, marca un avance sustancial en el campo.
La investigación, que involucró a más de 50.000 individuos con TOC y 2 millones sin él, identificó aproximadamente 250 genes relacionados con la condición. Estos genes son más activos en áreas clave del cerebro, incluyendo el hipocampo, el estriado y la corteza cerebral. Los hallazgos sugieren que el TOC está influenciado por una compleja interacción de numerosos genes, en lugar de un solo gen.
Esta investigación abre vías para posibles nuevos tratamientos y métodos de diagnóstico mejorados. Los científicos ahora están explorando medicamentos existentes que podrían ser reutilizados para ayudar a los pacientes con TOC. Los hallazgos del estudio también resaltan los vínculos genéticos entre el TOC y otras condiciones de salud mental, como la ansiedad, la depresión y el síndrome de Tourette. Esto subraya la importancia de considerar la comorbilidad tanto en la investigación como en la planificación del tratamiento.