El sumac, una planta medicinal valiosa originaria del Medio Oriente y la región mediterránea, es reconocido por sus propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y antioxidantes. Según la Agencia de Noticias IMNA, el sumac contribuye a la salud general al mejorar la función inmunitaria, reducir la inflamación, controlar los niveles de azúcar en sangre y mejorar la salud de la piel y el corazón. También es una especia popular en la cocina, realzando el sabor de varios platos.
El sumac pertenece a la familia Anacardiaceae y lleva bayas de color rojo oscuro con un sabor ácido. Sus usos medicinales se remontan a siglos atrás, con compuestos activos que incluyen taninos, flavonoides, ácidos orgánicos, antocianinas y vitamina C, que en conjunto apoyan la salud.
Entre los principales beneficios del sumac se encuentran sus efectos antiinflamatorios, que pueden aliviar condiciones inflamatorias crónicas como la artritis, reduciendo el dolor y mejorando el bienestar general. Además, sus fuertes propiedades antimicrobianas ayudan a combatir bacterias y virus, fortaleciendo así el sistema inmunológico.
El sumac también presenta potentes propiedades antioxidantes, protegiendo las células del daño oxidativo y reduciendo potencialmente el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Sus cualidades astringentes pueden mejorar la salud digestiva al reducir la diarrea y ayudar a la digestión.
Las investigaciones indican que el sumac puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que lo hace beneficioso para prevenir y manejar la diabetes tipo 2. Sus propiedades anticancerígenas pueden además proteger contra el cáncer al reducir el daño oxidativo e inhibir la proliferación de células cancerosas.
Además, el sumac puede mejorar la salud de la piel al aliviar la inflamación y ayudar en la cicatrización de heridas. También apoya la salud cardiovascular al reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, disminuyendo así el riesgo de enfermedades cardíacas.
En aplicaciones culinarias, el sumac se utiliza frecuentemente en platos del Medio Oriente y del Mediterráneo, mejorando el sabor de ensaladas, carnes a la parrilla, mariscos y diversas recetas. Puede consumirse en forma de polvo o como bayas secas, disponibles fácilmente en los mercados locales.
Aunque el sumac ofrece numerosos beneficios para la salud, el consumo excesivo puede llevar a efectos secundarios, incluidas reacciones alérgicas o problemas gastrointestinales. Por lo tanto, se recomienda la moderación y la precaución.
Además del sumac, la leche de kesar es otra bebida nutritiva conocida por sus beneficios para la salud. Esta bebida tradicional, enriquecida con azafrán, refuerza la inmunidad, mejora la salud de la piel y promueve un sueño reparador. La leche de kesar apoya la función cardíaca, ayuda en la digestión y fortalece los huesos con su contenido de calcio y vitamina D.
Los antioxidantes del azafrán promueven la actividad cerebral y la memoria, mientras que sus propiedades antiinflamatorias alivian el dolor y fomentan la relajación. El consumo regular de leche de kesar puede, por lo tanto, contribuir al bienestar general.
En resumen, tanto el sumac como la leche de kesar presentan valiosos beneficios para la salud que pueden mejorar el bienestar cuando se incorporan en una dieta equilibrada.