Investigadores han identificado un tipo de neurona previamente desconocido que juega un papel crucial en la regulación del hambre y la saciedad. Este descubrimiento, publicado en Nature, revela un nuevo circuito neural que podría conducir a tratamientos innovadores para la obesidad y los trastornos metabólicos.
Las neuronas recién descubiertas expresan el gen BNC2 y se encuentran en el núcleo arcuato del cerebro. Actúan como un contrapeso inmediato a las señales de hambre al inhibir rápidamente la actividad de las neuronas AGRP, que promueven el apetito. Este mecanismo permite una respuesta más rápida a las señales alimentarias, mejorando nuestra comprensión de cómo el cerebro regula la alimentación.
Han Tan, un asociado de investigación en la Universidad Rockefeller, enfatizó que estos hallazgos desafían el modelo tradicional de regulación del hambre, que se centraba principalmente en la interacción entre las neuronas AGRP y POMC. La identificación de las neuronas BNC2 respalda la teoría de que varios tipos de neuronas están involucrados en el control del apetito.
Las implicaciones de esta investigación van más allá de la biología básica. Dirigir las neuronas BNC2 podría proporcionar nuevas vías terapéuticas para abordar la obesidad y la diabetes, especialmente dado los vínculos genéticos con un alto índice de masa corporal y el riesgo de diabetes asociado con este tipo de neurona.
Además, el descubrimiento plantea preguntas sobre otros comportamientos instintivos gobernados por circuitos neuronales similares, sugiriendo un papel más amplio para las neuronas BNC2 en la regulación de acciones complejas en el cerebro.