Arqueólogos franceses del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap) han informado del descubrimiento de un antiguo asentamiento romano en la ladera de la colina Hermitage, cerca de la ciudad de Alès, en el sur de Francia. Las excavaciones, que tuvieron lugar de febrero a junio, cubrieron un área de unos 3750 metros cuadrados y revelaron rastros de actividad continua desde el siglo II hasta el VI d.C.
El descubrimiento clave fue un mosaico que medía unos 4,5 por 3,8 metros, ubicado en una habitación de una antigua casa romana. El patrón geométrico de teselas negras, blancas y rojas está decorado con toques de amarillo y púrpura. Los expertos creen que el cinabrio, un costoso pigmento mineral disponible principalmente para la élite, se utilizó para crear el rojo. La irregularidad del adorno puede indicar la existencia de habitaciones adyacentes.
Los arqueólogos también descubrieron un complejo sistema de drenaje construido con extremos de ánforas cortadas y conectadas. Desviaba el agua de lluvia del techo del edificio, lo que destaca el ingenio de los ingenieros romanos. Además, las paredes de algunas casas estaban cubiertas de arcilla para proteger contra las fugas, y los pisos se colocaron sobre una base de escombros y polvo de piedra caliza.
En el sur del sitio, se encontró una necrópolis romana tardía con diez enterramientos que datan de los siglos V-VI. La mayoría de los enterramientos no contenían inventario, pero tenían una clara orientación occidental. Se está realizando la datación por radiocarbono para dos tumbas adicionales descubiertas en el noroeste.
Los hallazgos proporcionan material valioso para comprender la vida urbana, la ingeniería y las prácticas de enterramiento en la Galia durante el período romano tardío. El nivel de complejidad técnica y la preservación del mosaico hacen de este descubrimiento uno de los más significativos de la región en las últimas décadas.