Durante los trabajos de restauración en la iglesia de Saint-Philibert en Dijon, Francia, del siglo XII, los arqueólogos descubrieron una escalera oculta que conducía a una cripta sellada, intacta durante siglos. Este hallazgo arroja luz sobre la larga historia del monumento.
La cripta, que data presumiblemente de los siglos XV-XVI, contiene ataúdes de madera con los restos de adultos y niños. Los huesos habían sido apartados para hacer espacio para nuevos enterramientos. También se encontraron varias monedas y dos rosarios.
En el curso de las excavaciones, se descubrieron lápidas de los siglos XI y XIII y seis sarcófagos que datan del siglo VI, lo que indica el uso a largo plazo de este lugar para enterramientos.
Después de la Revolución, la iglesia dejó de funcionar y más tarde se utilizó como almacén, lo que provocó daños en los cimientos. Los recientes trabajos de restauración han abierto el acceso a nuevas capas arqueológicas.
Este descubrimiento ayuda a comprender mejor el desarrollo de los rituales religiosos y los cambios sociales a lo largo de los siglos. Se están realizando más trabajos y se esperan más descubrimientos.