Arqueólogos han descubierto importantes restos del Faro de Alejandría, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, sumergidos en el Mar Mediterráneo. Los primeros hallazgos submarinos fueron realizados en 1995 por el arqueólogo francés Jean-Yves Empereur frente a la costa de Alejandría, Egipto. Esta expedición reveló bloques de piedra masivos y elementos arquitectónicos que se cree que formaban parte del legendario faro.
En 2025, una nueva misión liderada por la arqueóloga y arquitecta Isabelle Hairy logró extraer del agua 22 grandes bloques, con un peso de entre 70 y 80 toneladas cada uno, incluyendo monumentales dinteles de puertas, umbrales, placas base y un pilón previamente desconocido con una puerta de estilo egipcio. Estos artefactos están siendo cuidadosamente estudiados utilizando modernas tecnologías de escaneo y análisis.
El Faro de Alejandría, construido a principios del siglo III a.C. por orden de Ptolomeo I, fue un importante hito marítimo y un símbolo del poder de Alejandría. Con una altura de unos 100 metros, sirvió durante más de 1600 años, a pesar de los destructivos terremotos. Los hallazgos modernos ofrecen una oportunidad única para comprender las habilidades de ingeniería de los constructores antiguos y la historia marítima de la ciudad de manera más profunda. Este descubrimiento, que nos recuerda la riqueza de la historia y la importancia de la preservación del patrimonio, seguramente generará un gran interés tanto en España como en Latinoamérica, especialmente entre los amantes de la historia y la arqueología. En países como México y Argentina, donde la historia antigua tiene una gran relevancia, este tipo de noticias son recibidas con gran entusiasmo.