Excavaciones recientes cerca del Vesubio han descubierto huellas antiguas que datan de la Edad del Bronce, junto con una riqueza de artefactos históricos. Estos hallazgos surgieron durante trabajos de construcción de un gasoducto en los municipios de Nocera Superiore, Nocera Inferiore, Roccapiemonte y Castel San Giorgio, ubicados al sureste de Nápoles.
La excavación, realizada durante los últimos dos años por arqueólogos en colaboración con equipos de construcción, reveló que las huellas se preservaron en depósitos piroclásticos, indicando una evacuación masiva de residentes y animales de una erupción anterior del Vesubio, ocurrida hace más de 1,000 años antes de la catastrófica erupción de 79 d.C. que destruyó Pompeya y Herculano.
Además de las huellas, el sitio ha producido artefactos que abarcan desde la Edad del Bronce (3300 a.C. a 1200 a.C.) hasta la Antigüedad Tardía (siglos III a VII d.C.). Entre los hallazgos significativos se encuentran los restos de chozas de la Edad del Bronce tardía y la Edad del Hierro temprano, así como cerámicas en miniatura y alfarería de los siglos III y II a.C.
Los arqueólogos también identificaron dos grandes complejos de la época romana, que podrían haber sido utilizados para la producción agrícola, según las surcos de arado cercanos. La excavación reveló un extenso sistema de caminos antiguos, con al menos 40 calles que van desde simples senderos hasta rutas más complejas, lo que indica la importancia histórica de la zona.
Además, se encontraron múltiples sitios de entierro, algunos de los cuales datan de la época romana y de la Antigüedad tardía, cubiertos con losas de piedra grabadas y que contenían principalmente los restos de niños. Un entierro contenía un ataúd que probablemente pertenecía a un individuo de alto estatus.
El equipo de investigación también descubrió largas casas de la Antigüedad tardía, construidas de manera similar a las viviendas prehistóricas. Según los investigadores, “este regreso a los patrones de vivienda del pasado, probablemente debido a cambios socioeconómicos, testifica la capacidad de las comunidades humanas para adaptarse ante las transformaciones”.
Aunque la erupción que ocurrió hace más de un milenio es menos conocida, sigue siendo un evento significativo en la historia de la región, mostrando el impacto de la actividad volcánica en las comunidades antiguas.