El telescopio espacial James Webb ha revelado una nueva imagen de alta resolución de HH 30, un disco protoplanetario ubicado en la nube molecular de Tauro. Esta región es una guardería estelar donde nacen las estrellas y los planetas pueden estar formándose, y los descubrimientos prometen transformar nuestra comprensión de las etapas iniciales de la creación de sistemas planetarios.
HH 30, situado en la nube oscura LDN 1551, es un objeto Herbig-Haro, regiones brillantes formadas por la interacción violenta de chorros de gas y polvo expulsados por estrellas recién nacidas. Este disco, observado de perfil, se considera el prototipo de este tipo de estructura. Su posición única lo convierte en un laboratorio perfecto para estudiar el comportamiento de las partículas de polvo en el ambiente caótico de una estrella en formación.
Gracias a las capacidades combinadas de Webb, Hubble y ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), un equipo internacional de científicos ha podido desentrañar increíbles detalles sobre la composición y la dinámica del disco.
Webb reveló que los granos de polvo más pequeños - con tamaños comparables a las bacterias - están dispersos por toda la extensión del disco, mientras que los granos más grandes tienden a concentrarse en una capa central delgada. Esta separación es crucial, ya que marca una etapa importante en la formación de planetas, donde el polvo comienza a unirse para formar estructuras más grandes, como guijarros.
HH 30 no es solo un disco de polvo. Las imágenes muestran una complejidad impresionante: un chorro de gas de alta velocidad emerge perpendicularmente al disco central, rodeado por un flujo cónico de material y una nebulosa amplia que refleja la luz de la estrella joven escondida en el interior.