Destrucción Planetaria Extrema Observada: K2-22b y BD+05 4868 Ab

Editado por: Vera Mo

En la reunión anual de 2025 de la Sociedad Astronómica Americana, investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania y del Instituto Tecnológico de Massachusetts informaron sobre hallazgos significativos relacionados con la destrucción planetaria extrema. Estudiaron planetas rocosos que se están evaporando literalmente debido al intenso calor de sus estrellas.

El equipo de Pensilvania utilizó el Telescopio Espacial James Webb (JWST) para medir por primera vez la composición interna del planeta rocoso en desintegración K2-22b. Ubicado a cientos de años luz de la Tierra, K2-22b completa una órbita alrededor de su estrella cada 9,1 horas a una temperatura de superficie de 2100 K, suficiente para vaporizar hierro y roca en el espacio.

Nik Tousey, estudiante de posgrado en la Universidad Estatal de Pensilvania y autor principal de uno de los estudios, declaró: "Estos planetas están literalmente sacando sus entrañas al espacio, y gracias al JWST, finalmente tenemos la oportunidad de estudiar su composición y aprender de qué están realmente hechos los planetas que orbitan otras estrellas."

Mientras tanto, el equipo del MIT anunció el descubrimiento del planeta más cercano y de más rápida desintegración, BD+05 4868 Ab, identificado con el telescopio TESS. Este planeta exhibe las colas de polvo más impresionantes entre los planetas en desintegración conocidos, que se extienden 9 millones de kilómetros y cubren más de la mitad de su órbita. BD+05 4868 Ab orbita su estrella cada 30,5 horas.

Notablemente, BD+05 4868 Ab presenta dos colas distintas: una cola delantera compuesta de partículas de polvo más grandes, similares a granos de arena, y una cola trasera formada por partículas más pequeñas, comparables al hollín. La tasa de destrucción del planeta es tan alta que pierde masa equivalente a la de la Luna en un millón de años y se espera que se evapore completamente en uno o dos millones de años.

Los investigadores de Pensilvania también detectaron signos inesperados de dióxido de carbono y óxido nítrico en el espectro de K2-22b, compuestos típicamente asociados con cuerpos helados como cometas en lugar de con el manto de planetas similares a la Tierra. Este descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre la composición y evolución de tales cuerpos celestes.

Ambos equipos han presentado una solicitud conjunta para observar BD+05 4868 A utilizando el JWST, lo que podría abrir nuevas perspectivas sobre las estructuras internas de los exoplanetas.

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