El 23 de enero de 2025, el Fondo Mundial de Monumentos (WMF) anunció la inclusión de la Luna en su lista de monumentos dignos de protección. Esta iniciativa busca salvaguardar casi 100 sitios lunares significativos, incluyendo la Base de la Tranquilidad, el sitio de aterrizaje del Apolo 11.
El creciente ritmo de exploración lunar plantea preocupaciones de que los restos de misiones pasadas, que tienen un significado histórico, puedan ser dañados o destruidos. El movimiento del WMF destaca la necesidad de un debate matizado sobre lo que constituye el patrimonio en la Luna y los valores asociados a él.
Los críticos de la colonización espacial argumentan que los esfuerzos de exploración actuales reflejan ambiciones coloniales, planteando preguntas sobre la representación y la inclusividad en la narrativa de la exploración espacial. El impacto potencial de las actividades comerciales en el medio ambiente lunar ha suscitado discusiones sobre la preservación tanto del patrimonio cultural como natural.
Las comunidades indígenas, como la Nación Navajo, han expresado su oposición a actividades que entran en conflicto con sus valores, enfatizando la importancia de respetar la Luna como un patrimonio compartido. La iniciativa del WMF podría impulsar a las organizaciones internacionales a establecer regulaciones para la protección del patrimonio en el espacio, abordando tanto preocupaciones culturales como ambientales.
Este desarrollo subraya la necesidad de conversaciones más amplias sobre el futuro de la exploración lunar y los valores que deberían guiar la relación de la humanidad con la Luna.