El 13 de octubre, SpaceX logró aterrizar un cohete Super Heavy en su sitio de lanzamiento en Boca Chica Beach, Texas, marcando un avance significativo en la tecnología de cohetes reutilizables. Este logro se alinea con la visión de Elon Musk de hacer que los cohetes sean tan reutilizables como los aviones.
El cohete de 20 pisos fue capturado por enormes brazos mecánicos en el sitio de lanzamiento, eliminando la necesidad de patas de aterrizaje. Esta innovación reduce el peso y la complejidad del cohete, lo que podría acortar el tiempo de preparación para lanzamientos posteriores, un elemento crucial para cumplir con los requisitos de ciclos de lanzamiento rápidos de la NASA.
La NASA ha encargado a SpaceX el desarrollo de una versión tripulada de Starship para transportar astronautas a la Luna como parte del programa Artemis. Para lograr esto, SpaceX debe lanzar múltiples tanqueros Starship en rápida sucesión para reabastecer el módulo lunar en órbita terrestre baja. La rápida reutilización de estos cohetes es un elemento clave de esta arquitectura.
Los cohetes Super Heavy, capaces de transportar 200 toneladas de carga útil a la órbita terrestre baja, también pueden tener aplicaciones militares y comerciales. La capacidad de lanzar estos cohetes con frecuencia y a bajo costo abre nuevas perspectivas para la industria espacial.
El evento de aterrizaje atrajo considerable atención, con muchos espectadores presenciando la operación. El cohete, más grande que el fuselaje de un jumbo, fue controlado con precisión por motores Raptor y aterrizó suavemente en los brazos de la torre de lanzamiento. Este logro subraya el potencial de SpaceX para revolucionar los viajes espaciales.
De cara al futuro, SpaceX planea atrapar el etapa superior de Starship después de un vuelo orbital, lo que presentará un desafío aún mayor debido a la reentrada a alta velocidad desde la órbita. El éxito en estas misiones podría allanar el camino para misiones tripuladas a la Luna y Marte.