El 3 de julio de 2025, una línea de tormentas eléctricas severas causó daños significativos y múltiples fatalidades en el centro de Nueva Jersey. Las tormentas, que comenzaron a media tarde y continuaron hasta la noche, trajeron ráfagas de viento que superaron los 96 km/h y granizo de gran tamaño a la región.
En Plainfield, dos hombres murieron cuando un árbol cayó sobre su automóvil. En North Plainfield, una mujer también falleció cuando un árbol cayó sobre su vehículo. El alcalde de Plainfield declaró el estado de emergencia debido a los extensos daños, incluyendo numerosos árboles desarraigados y cortes de energía generalizados.
El clima severo interrumpió significativamente los planes de viaje para las festividades del Día de la Independencia. Se implementaron paradas en tierra en los principales aeropuertos, lo que provocó cientos de cancelaciones y retrasos de vuelos. A pesar del pronóstico de condiciones soleadas para el 4 de julio, se advirtió a los residentes sobre la posibilidad de tormentas eléctricas severas aisladas. Este tipo de eventos extremos nos recuerdan la importancia de la preparación y la resiliencia ante los fenómenos meteorológicos, especialmente en un contexto de cambio climático. En Latinoamérica, situaciones similares han afectado diversas regiones, como los recientes huracanes en el Caribe, resaltando la necesidad de una respuesta coordinada y solidaria.