Severas tormentas eléctricas azotaron el sur de Texas el 28 de mayo, trayendo fuertes lluvias y fuertes vientos. Las tormentas impactaron varios condados, incluyendo Port Mansfield, Falfurrias, Harlingen y Linn. McAllen, Kingsville, Edinburg y San Isidro también experimentaron los efectos de las tormentas, aunque en menor medida.
Las ráfagas de viento alcanzaron hasta 112 km/h, acompañadas de granizo de una pulgada. Las tormentas se movieron hacia el sureste durante toda la mañana, con lluvias y tormentas eléctricas aisladas que continuaron hasta la tarde. A las 4:00 PM, gran parte de la actividad había disminuido, con una probabilidad de lluvia restante del 30-40%.
Los pronósticos anteriores predijeron el potencial de tormentas severas con granizo del tamaño de una pelota de golf y ráfagas de viento de hasta 96 km/h. Se aconsejó a los residentes que tomaran precauciones al conducir, como reducir la velocidad, usar los faros y permitir tiempo de viaje adicional.