En junio de 2025, Belgrado y la región de los Balcanes se enfrentaron a un grave desafío ambiental debido a los niveles extremadamente altos de dióxido de azufre (SO2) en el aire. Esto fue causado por las emisiones volcánicas del Monte Etna.
El aumento de la contaminación superó significativamente los límites seguros, lo que supuso un grave riesgo para la salud de la población. La Organización Mundial de la Salud recomienda que las concentraciones de SO2 en el aire no superen los 40 μg/m³ como promedio de 24 horas.
Sin embargo, Belgrado registró una concentración de 71,88 mg/m², casi 1.800 veces el límite seguro. Dada la fecha de la erupción del Etna en junio de 2025, es probable que las altas concentraciones de SO2 en Belgrado estén relacionadas con este evento.
Para reducir las emisiones de dióxido de azufre, una planta de desulfuración de gases de combustión en la central térmica Nikola Tesla A en Obrenovac comenzó su operación de prueba en abril de 2024. Esto forma parte de un proyecto ambiental valorado en 215 millones de euros.
Dadas las altas concentraciones actuales de SO2 en el aire, se aconseja a los ciudadanos que reduzcan sus movimientos, eviten permanecer al aire libre y sigan las instrucciones de las instituciones pertinentes.