La sequía severa que sufrió el río Danubio en 2025 no solo fue un desastre ambiental, sino también un duro golpe para la economía de los países que dependen de él. Desde una perspectiva económica, el análisis de este evento revela consecuencias significativas y duraderas. El descenso drástico de los niveles de agua, que en algunos tramos superó el medio metro en una semana, interrumpió el transporte fluvial, vital para el comercio y la industria.
La investigación económica destaca que el transporte fluvial en el Danubio es crucial para el movimiento de mercancías como cereales, carbón y productos manufacturados. La interrupción del transporte fluvial, debido a la sequía, provocó un aumento en los costos de transporte, ya que las empresas se vieron obligadas a utilizar medios de transporte más costosos, como el transporte por carretera o ferrocarril. Según un estudio de la Cámara de Comercio de Hungría, el costo del transporte de mercancías aumentó en un 25% durante el período de sequía. Además, la escasez de agua afectó a la producción de energía hidroeléctrica, lo que obligó a los países a depender más de fuentes de energía más caras y contaminantes, como el carbón.
La sequía también impactó al sector turístico, especialmente en las regiones que dependen del turismo fluvial. Los cruceros turísticos y otras actividades relacionadas con el agua se vieron cancelados o reducidos, lo que generó pérdidas significativas para las empresas turísticas y los negocios locales. Un informe de la Organización Mundial del Turismo estimó que las pérdidas en el sector turístico a lo largo del Danubio superaron los 100 millones de euros durante el verano de 2025.
En conclusión, la sequía del Danubio en 2025 fue un claro recordatorio de la vulnerabilidad económica ante los eventos climáticos extremos. La inversión en infraestructuras resilientes, la gestión sostenible de los recursos hídricos y la diversificación de las fuentes de energía son esenciales para mitigar los riesgos económicos asociados al cambio climático y garantizar un futuro próspero para las comunidades que dependen del río Danubio.