Científicos han descubierto evidencia de la tormenta solar más intensa jamás registrada, que data de hace 14.300 años, en la última Edad de Hielo. El evento fue 500 veces más fuerte que las tormentas solares modernas, presentando un nuevo escenario extremo del impacto de la actividad solar en la Tierra.
Investigadores analizaron anillos de árboles en los Alpes franceses, revelando un pico de radiocarbono del año 12.350 a.C. No se trató de una llamarada solar típica, sino de una tormenta de partículas solares con protones de alta energía que causaron una tormenta de radiación alrededor del planeta.
Comprender la escala de este evento es crucial para evaluar los riesgos para la infraestructura moderna, como satélites, redes eléctricas y sistemas de comunicación. La tormenta fue un 18% más fuerte que el evento del año 775 d.C., considerado anteriormente como el más intenso. Tales eventos son raros, pero podrían tener impactos devastadores durante los períodos de debilidad del campo magnético terrestre, dañando potencialmente el ADN y los ecosistemas acuáticos.