Santorini, Grecia, continúa experimentando una serie de terremotos, lo que genera preocupación entre los expertos y provoca evacuaciones. El 8 de febrero, dos terremotos con magnitudes de 4,1 sacudieron la región entre Santorini y Amorgos, aumentando la ansiedad ya existente. El primer temblor ocurrió alrededor de las 3:30 AM hora local al noroeste de Anafi, mientras que el segundo golpeó a las 11:02 AM al noreste de Santorini, según informes de los medios griegos.
Los recientes temblores no son incidentes aislados. Durante las últimas dos semanas, cientos de terremotos han sacudido la región, lo que ha llevado a la evacuación de Santorini. Imágenes de calles desiertas han destacado la urgencia de la situación. Las autoridades locales han emitido advertencias sobre el "alto riesgo" de deslizamientos de tierra en la caldera volcánica de Santorini, particularmente en las áreas de Fira y Oia, dos de los destinos más icónicos de la isla.
Si bien los sismólogos coinciden en que la probabilidad de un gran terremoto que supere una magnitud de 6 en la escala de Richter es baja, advierten que la actividad sísmica podría persistir durante semanas o incluso meses. El riesgo de daños estructurales a los edificios situados en los acantilados sigue siendo una preocupación principal.
El sismólogo Costas Synolakis, en una entrevista con la televisión pública griega ERT, enfatizó que los temblores podrían indicar cambios significativos en el subsuelo de la isla. "Si se confirma, podríamos estar presenciando, por primera vez en la historia registrada, la formación de un nuevo volcán", afirmó el experto, aclarando que esto no implica la aparición inmediata de un cráter. Explicó que se trata de un proceso geológico que podría llevar miles de años antes de que se forme una nueva estructura volcánica.
Uno de los aspectos más preocupantes para los especialistas es el aumento de los fluidos magmáticos debajo de la isla. Este fenómeno está generando cambios geológicos sustanciales que, según los modelos predictivos, podrían conducir a nuevos episodios sísmicos en el futuro. "Si este proceso se detiene, el magma podría permanecer latente durante décadas antes de desencadenar una nueva actividad", explicó Synolakis, enfatizando la importancia de estar preparados para varios escenarios.
A pesar de la incertidumbre, Synolakis tranquilizó a la población asegurando que la probabilidad de un gran tsunami es baja. Sin embargo, los expertos recomiendan un monitoreo continuo de la actividad volcánica en el área. Hasta ahora, más de 11,000 personas han abandonado la isla por mar y aire, dejando las calles vacías de turistas.