Las praderas de pastos marinos desempeñan un papel crucial en la captura y el almacenamiento de carbono orgánico, pero están amenazadas por las actividades humanas. Las Bahamas, hogar de una de las praderas de pastos marinos más grandes del mundo, está explorando activamente la restauración de pastos marinos como una estrategia clave para la mitigación del cambio climático.
Las Bahamas están reconocidas como un punto caliente mundial para la distribución de pastos marinos y una importante reserva de carbono azul. El país se encuentra entre los pocos que incorporan los pastos marinos en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) en el marco del Acuerdo de París. Esto destaca el papel fundamental de los ecosistemas de pastos marinos de las Bahamas en la mitigación del cambio climático.
Iniciativas de conservación y restauración de pastos marinos en 2025
Las Bahamas se están preparando para lanzar un nuevo proyecto de conservación de praderas de pastos marinos en virtud del artículo 6 del Acuerdo de París. Un alto funcionario declaró que el área en consideración tiene una tasa de secuestro de CO2 mayor que la de la selva amazónica.
Estas iniciativas se alinean con el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, que enfatiza la importancia de restaurar los ecosistemas degradados. Los esfuerzos de las Bahamas para proteger y restaurar sus praderas de pastos marinos demuestran un compromiso para lograr los objetivos del marco.
Invertir en la conservación de los pastos marinos puede desbloquear beneficios como el almacenamiento de carbono, el apoyo a la pesca, la protección contra la erosión costera y la mejora de la calidad del agua.