La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha pronosticado recientemente un 60% de probabilidad de que el fenómeno La Niña se desarrolle entre octubre de 2024 y febrero de 2025. Este evento climático, caracterizado por aguas más frías en el Pacífico ecuatorial, se espera que altere significativamente los patrones climáticos a nivel mundial.
A medida que La Niña emerja, el norte y el noreste de Brasil podrían experimentar un aumento de las precipitaciones, mientras que las regiones del sur podrían enfrentar condiciones de sequía. Este patrón refleja los efectos observados entre julio de 2020 y febrero de 2023, cuando La Niña provocó graves inundaciones en el sur de Bahia y sequías en Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul.
La Niña generalmente sigue al fenómeno de El Niño, que calienta las aguas del Pacífico y provoca sequías extremas en Brasil. Las proyecciones de la OMM sugieren que, aunque La Niña puede traer alivio temporal a través de precipitaciones aumentadas, la amenaza continua del cambio climático seguirá exacerbando los eventos climáticos extremos en todo el mundo.