Aínsa, un pueblo medieval situado en el Pirineo aragonés, ha atraído la atención internacional por su impresionante entorno natural y su compromiso con el turismo sostenible. Reconocido por la Organización Mundial del Turismo de la ONU en 2024 como uno de los Mejores Pueblos Turísticos, Aínsa ejemplifica una perfecta combinación de historia, tradición y respeto por el medio ambiente.
Esta localidad histórica, declarada Conjunto Histórico Artístico en 1965, cuenta con calles adoquinadas y edificios de piedra que transportan a los visitantes al pasado. En su corazón se encuentra la Plaza Mayor, un espacio trapezoidal flanqueado por impresionantes arcos, que ha sido el escenario de importantes celebraciones, como La Morisma, una representación de la victoria cristiana sobre los sarracenos.
El pueblo también alberga el castillo de Aínsa, construido en el siglo XI, que ahora acoge eventos culturales como el Festival de Música del Castillo y la Expo-feria de Sobrarbe, celebrando la rica herencia cultural y natural de la región.
El patrimonio religioso está representado por la iglesia de Santa María, construida entre los siglos XI y XII, que muestra una exquisita arquitectura románica. La iglesia presenta un claustro gótico y una torre defensiva, junto con artefactos significativos como un crismón del siglo XI y una talla de la Virgen con el Niño.
El compromiso de Aínsa con la sostenibilidad se destaca aún más con el Ecomuseo de la Fauna, ubicado en la torre del castillo. Este museo se centra en la conservación de especies nativas, incluido el quebrantahuesos en peligro, e invita a los visitantes a explorar la biodiversidad de la región.
Rodeado por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Aínsa es un destino ideal para el senderismo, la fotografía y el turismo al aire libre, convirtiéndolo en un ejemplo perfecto de cómo las comunidades pueden prosperar mientras respetan sus entornos naturales.