Las plantas suculentas de Sudáfrica, incluidas especies raras como Conophytum y Lithops, enfrentan una creciente amenaza por la recolección ilegal, con más de un millón de plantas extraídas desde 2019. Esta alarmante tendencia es impulsada por la demanda internacional y los mercados en línea, lo que genera importantes repercusiones ecológicas y culturales.
El Bioma Succulent Karoo, un hotspot de biodiversidad que abarca 116,000 km², alberga más de 6,000 especies vegetales, de las cuales el 40% son endémicas. Estas suculentas de crecimiento lento, algunas de las cuales viven cientos de años, ahora están en riesgo de extinción en la naturaleza debido al comercio ilegal desenfrenado.
A pesar de las leyes de protección de Sudáfrica, el comercio ilegal sigue prosperando, lo que ha llevado a llamados a estrategias de conservación militarizadas similares a las utilizadas contra la caza furtiva de rinocerontes. Sin embargo, estos enfoques han llevado a abusos de derechos humanos y a relaciones tensas con las comunidades indígenas que dependen de estas plantas para fines culturales y medicinales.
Los expertos abogan por un enfoque de reducción de daños socioecológicos que reconozca las complejidades del comercio de suculentas. Al fomentar la colaboración entre los conservacionistas y las comunidades locales, se podrían establecer prácticas de recolección sostenibles que permitan beneficios económicos mientras se protege la flora única de la región.
A medida que el comercio ilegal de suculentas continúa en aumento, esto resalta la urgente necesidad de estrategias de conservación innovadoras que prioricen tanto la integridad ecológica como los medios de vida de las poblaciones locales.