El Gobierno de Canarias ha iniciado un plan significativo para reubicar a los gatos callejeros que habitan en espacios naturales, con el objetivo de proteger a las especies endémicas vulnerables y preservar el ecosistema local.
Según la Consejería de Transición Ecológica, la presencia de estos felinos ha sido un factor importante que ha contribuido a la extinción de especies como la codorniz gomera y el lagarto gigante de La Palma.
Esta iniciativa se alinea con la recientemente promulgada Ley de Bienestar Animal, que promueve la protección tanto de la fauna salvaje como de los animales domésticos. Los gatos capturados son llevados a centros veterinarios para su esterilización y luego son adoptados o colocados en colonias controladas, siguiendo el protocolo CER (Capturar, Esterilizar, Retornar) para garantizar el bienestar de los felinos y la conservación del entorno natural.
En casos excepcionales en los que la salud o el comportamiento de un gato impide su reubicación, se considera la eutanasia bajo recomendación veterinaria. Esto ha suscitado críticas, pero la Consejería insiste en que todas las acciones cumplen con la normativa vigente y las pautas de expertos.
El programa de reubicación cuenta con el apoyo de REDEXOS, la Red Canaria de Alerta Temprana de Especies Exóticas Invasoras, en colaboración con los cabildos responsables de gestionar los espacios protegidos y la Red Natura 2000.
Los funcionarios han enfatizado que, en islas que no cuentan con recursos suficientes para el cuidado de animales, los cabildos deberán asumir la responsabilidad de gestionar a los gatos callejeros.