En un descubrimiento innovador, investigadores han logrado germinar una semilla de 1,000 años de antigüedad de un árbol Commiphora, que se cree está vinculado al legendario bálsamo de Galaad mencionado en la Biblia. Este evento significativo tuvo lugar en el Centro de Investigación en Medicina Natural Louis Borick en Jerusalén, dirigido por la Dra. Sarah Sallon.
La semilla, que data entre 993 y 1202 d.C., fue desenterrada de una cueva en el desierto de Judea por el profesor Joseph Patrich en la década de 1980. El árbol, cariñosamente llamado 'Sheba', ha mostrado signos prometedores de producción de resina, que podría poseer propiedades medicinales.
La Dra. Sallon, quien previamente revivió una semilla de dátil de 1,900 años llamada 'Matusalén', expresó su entusiasmo por el potencial de Sheba. Análisis fitoquímicos de las hojas y la resina han revelado compuestos asociados con la curación de heridas y propiedades antiinflamatorias.
Históricamente, el bálsamo de Galaad fue venerado por su exquisito aroma y cualidades curativas, cultivado en los oasis alrededor del Mar Muerto hasta el siglo IX d.C. La resurrección de Sheba podría ofrecer información sobre prácticas medicinales antiguas y contribuir a la medicina moderna.
Esta investigación destaca la importancia de la flora antigua en la comprensión de remedios históricos y sus aplicaciones potenciales en la salud contemporánea, enfatizando la importancia de la preservación de la biodiversidad.