El 15 de enero, Cuba celebró su Día de la Ciencia, destacando las contribuciones de figuras significativas en el campo. Entre ellas se encuentra Felipe Poey y Aloy, un renombrado naturalista cubano cuyo trabajo, "Ictiología Cubana", sigue siendo un pilar en el estudio de la vida marina.
Publicada en 1883, esta obra monumental describe más de 750 especies de peces cubanos, proporcionando información crítica sobre su anatomía y ecología. La investigación de Poey no solo abrió el camino para futuros estudios ictiológicos, sino que también subrayó la importancia de la indagación científica en la comprensión de la biodiversidad.
Felipe Poey, nacido en La Habana en 1799, fundó la Academia Real de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y el Museo de Historia Natural. Su legado continúa inspirando a investigadores y conservacionistas dedicados a preservar la rica fauna marina de Cuba.
La reimpresión del año 2000 de "Ictiología Cubana" sirve como un recordatorio de la importancia histórica del trabajo de Poey, enfatizando la necesidad de investigaciones y esfuerzos de conservación continuos ante los desafíos ambientales globales.