En Nueva Zelanda, científicos y expertos culturales maoríes están estudiando una rara ballena picuda de pala. Es solo la séptima ballena de este tipo que se ha encontrado. El objetivo es descubrir los secretos de esta enigmática especie.
Anton van Helden, asesor de ciencias marinas, expresó su entusiasmo. Él nombró a la ballena picuda de pala. Esta es la primera vez que se realiza una disección de esta especie.
La ballena apareció muerta en una playa de Nueva Zelanda en julio. Los investigadores esperan aprender sobre dónde viven las ballenas y por qué rara vez se las ve. También quieren estudiar el cerebro y el sistema digestivo de la ballena.
La ballena macho de 5 metros de largo está siendo estudiada en un centro de investigación agrícola cerca de Dunedin. Los científicos esperan descubrir nuevos parásitos. También quieren entender cómo la ballena produce sonido y qué come.
Nueva Zelanda es un punto caliente para los varamientos de ballenas. Los primeros huesos de ballena picuda de pala se encontraron en 1872. La secuenciación de ADN en 2002 confirmó la singularidad de la especie.
La disección se está realizando en colaboración con el pueblo maorí. Las ballenas se consideran un tesoro para los maoríes. El iwi local conservará la mandíbula y los dientes.
Tumai Cassidy de Te Rūnanga Ōtākou dijo que la ballena es un regalo de Tangaroa. El esqueleto se exhibirá en un museo. La impresión 3D replicará la mandíbula y los dientes.
Se cree que las ballenas picudas de pala viven en el Océano Pacífico Sur. Es posible que rara vez salgan a la superficie. Joy Reidenberg de la Icahn School of Medicine espera aplicar los descubrimientos a la condición humana.