Una de las criaturas más esquivas de los océanos, la medusa fantasma gigante (*Stygiomedusa gigantea*), ha sido vista en aguas antárticas. Investigadores a bordo del buque de exploración Viking capturaron notables videos y fotografías de esta especie raramente vista durante inmersiones en sumergible cerca de la Península Antártica a principios de 2022.
Desde su descubrimiento en 1910, solo ha habido 126 avistamientos registrados de la medusa fantasma gigante, que puede alcanzar hasta 10 metros de longitud. Las observaciones recientes ocurrieron a varios cientos de metros de profundidad cerca de la Isla Rongé, en la Antártida. Los científicos notaron que la medusa era más grande que su sumergible.
A diferencia de otras medusas, la medusa fantasma gigante no usa tentáculos urticantes para atrapar a sus presas. En cambio, usa sus brazos para envolver el plancton y los peces pequeños, llevándolos a su boca. Esta especie también es vivípara, dando a luz crías vivas que se desarrollan dentro de la madre antes de alejarse nadando.
La medusa tiene una campana en forma de paraguas que puede medir hasta un metro de ancho y es de un color marrón rojizo oscuro o ciruela, típico de los animales de aguas profundas. Se cree que habita en los océanos de todo el mundo a profundidades de hasta 6.665 metros.