Los perros, *Canis familiaris*, tienen un vínculo único con los humanos, moldeado por una larga historia compartida. Estudios de resonancia magnética revelan que los cerebros de los perros tienen una sección dedicada al procesamiento de rostros humanos y que el centro de recompensa se ilumina con los elogios de sus humanos, a veces incluso más que con la comida. Los perros pueden entender las señales sociales de las personas, desempeñándose mejor que los chimpancés y de manera similar a los bebés humanos en pruebas que involucran seguir la mirada humana o señalar para localizar golosinas.
Inteligencia Social: Los perros sobresalen en la cooperación con los humanos, comprendiendo y utilizando la información proporcionada por los humanos.
Comunicación: Pueden entender miles de comandos, aunque no comprenden la gramática.
Resolución de Problemas: Si bien los lobos pueden ser mejores en la resolución de problemas en bruto, los perros han desarrollado una estrategia social de recurrir a los humanos en busca de ayuda.
Conciencia: La investigación continúa explorando la conciencia de los perros, un área de estudio desafiante.
Las habilidades cognitivas de los perros, particularmente su inteligencia social y cooperación con los humanos, los convierten en una especie fascinante para estudiar. Su vínculo único con los humanos plantea preguntas sobre si estas habilidades son exclusivas de los perros o son el resultado de la domesticación.