Un nuevo estudio sobre la anatomía de la mandíbula de los delfines sugiere que sus dientes podrían funcionar como verdaderas antenas para las ondas sonoras, mejorando así sus habilidades de ecolocalización bajo el agua. Esta fascinante teoría fue detallada en una investigación publicada en The Anatomical Record.
Ryo Kodera, investigador de la Universidad de Tsurumi en Japón y autor principal del estudio, explicó: "Nuestros hallazgos respaldan la hipótesis de que los delfines utilizan sus dientes como parte de un sistema avanzado de recepción de sonido. Esto proporciona una visión importante sobre cómo su dentición puede ser beneficiosa para la vida acuática."
Los delfines, al igual que otros odontocetos (cetáceos con dientes), tienen una dentición única. Muchos de sus dientes no se utilizan para masticar, y la razón de su gran número (algunas especies tienen más de 200 dientes) sigue siendo un misterio. Sin embargo, los científicos especulan que estos dientes podrían estar optimizados para captar ondas sonoras.
Kodera y su equipo analizaron las mandíbulas de varias especies de delfines, incluyendo el delfín nariz de botella (Tursiops truncatus), el delfín listado (Stenella coeruleoalba) y la falsa orca (Pseudorca crassidens). También examinaron las mandíbulas de cerdos domésticos (Sus scrofa domesticus) para comparar.
El análisis reveló varias características únicas de los cetáceos odontocetos: los dientes de los delfines son más "móviles" en comparación con los de los mamíferos terrestres y están incrustados en alvéolos dentales esponjosos y porosos. Además, los investigadores descubrieron haces de fibras nerviosas largas y gruesas que se conectan a los dientes a través de estas estructuras porosas.
"Estas fibras sugieren una sensibilidad significativa al movimiento de los dientes, así como una alta capacidad para percibir estímulos externos," agregó Kodera. Las fibras nerviosas analizadas tienen numerosos receptores sensoriales en sus extremos y están envueltas en una gruesa capa de grasa, lo que permite que las señales electroquímicas viajen más rápido.
Su mayor tamaño en comparación con las fibras de los mamíferos terrestres podría indicar que los dientes de los delfines son sensibles de manera muy similar a los bigotes de algunos animales terrestres. Aunque los resultados del estudio aún no demuestran qué función sensorial cumplen exactamente estas fibras, representan un importante avance en la comprensión de la evolución y adaptación de los delfines a la vida marina, abriendo nuevas perspectivas sobre cómo estos animales notables interactúan con su entorno.