El 21 de julio de 2025, el Secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, cuestionó la decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas de interés sin cambios. Esta postura se produce en un contexto económico mixto, con un crecimiento del PIB que muestra señales de desaceleración, pero con un mercado laboral aún fuerte. La Reserva Federal, en su reunión de julio, decidió mantener las tasas de interés en un rango de 5,25% a 5,50%, citando la necesidad de evaluar el impacto de las anteriores subidas de tipos y la incertidumbre económica.
Bessent criticó la renuencia de la Reserva Federal a ajustar las tasas, señalando que la inflación se mantiene en niveles mínimos. Esta crítica se suma a las tensiones en curso entre la Casa Blanca y la Reserva Federal. El presidente Donald Trump ha expresado su insatisfacción con las políticas del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y ha considerado posibles cambios en la dirección del banco central.
El mercado de bonos del Tesoro ha reaccionado con cautela, con los rendimientos a 10 años manteniéndose relativamente estables. Los analistas económicos señalan que la postura de la Reserva Federal es prudente, dado el riesgo de una recesión. La Casa Blanca está buscando al sucesor de Powell, y Bessent es considerado para el puesto. Líderes financieros, incluido Jamie Dimon, han expresado su preocupación por la posible politización de la Reserva Federal. Los participantes del mercado están observando de cerca la interacción entre las políticas fiscales y monetarias.
El debate sobre la política monetaria en EE. UU. se intensifica, con implicaciones significativas para los mercados financieros y la economía en general. La decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas de interés, en medio de las críticas del Tesoro, subraya la complejidad de la gestión económica en un entorno de alta volatilidad.