El 23 de enero de 2025, el presidente de EE.UU. Donald Trump pronunció su primer discurso internacional desde su regreso a la Casa Blanca en el Foro Económico Mundial de Davos. Destacó su visión económica centrada en la reducción de impuestos, la desregulación y la renegociación de acuerdos comerciales.
Trump proclamó el inicio de una 'edad dorada' para EE.UU., instando a las empresas globales a trasladar sus operaciones de fabricación al país. Afirmó: 'Mi mensaje a todas las empresas del mundo es muy sencillo: vengan a fabricar su producto en EE.UU., y les daremos unos de los impuestos más bajos de cualquier nación.'
Advirtió que las empresas que decidan no establecer operaciones en EE.UU. enfrentarán aranceles, que, según él, podrían generar ingresos significativos para el Tesoro estadounidense.
Trump vinculó los precios internacionales del petróleo con el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania, pidiendo a la OPEP que reduzca los costos para ayudar a poner fin a la guerra. Sugerió que una disminución en los precios del petróleo podría tener un impacto inmediato en el conflicto.
Además, mencionó que Arabia Saudita planea invertir 600 mil millones de dólares en EE.UU. y pidió al reino que aumente esa cifra a 1 billón de dólares.
Durante su discurso, Trump reiteró sus llamados a los miembros de la OTAN para que aumenten su gasto en defensa al 5% de su PIB, una propuesta que recibió escepticismo por parte de varios aliados.
A pesar de no proporcionar un plan detallado para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania, Trump aseguró que los esfuerzos para un acuerdo de paz están en marcha.
Su discurso atrajo la atención de líderes empresariales globales y fue recibido con reacciones mixtas, incluido el elogio del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, por sus esfuerzos diplomáticos anteriores.