El 21 de enero de 2025, el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente chino Xi Jinping reafirmaron su alianza estratégica durante una videoconferencia. Esta reunión se llevó a cabo un día después de la investidura de Donald Trump como el 47º presidente de los Estados Unidos.
Putin enfatizó la importancia de la cooperación entre Moscú y Pekín, afirmando: “La base de la cooperación es una amplia comunidad de intereses nacionales y una coincidencia de puntos de vista sobre cómo deben ser las relaciones entre las grandes potencias.” Señaló que su política exterior y los esfuerzos conjuntos desempeñan un papel estabilizador en los asuntos internacionales.
Xi indicó el compromiso de China para profundizar las relaciones con Rusia, diciendo: “En el nuevo año, nos estamos preparando para llevar las relaciones chino-rusas a nuevas alturas.” Expresó el deseo de enfrentar las incertidumbres externas sobre la base de la estabilidad.
A la luz de los recientes acontecimientos, Xi habló con Trump antes de la investidura, mientras que se espera que Putin inicie una conversación con el nuevo presidente pronto.
Putin ha estado trabajando para reforzar su imagen, firmando recientemente un acuerdo bilateral con Irán. El Kremlin mantiene una postura abierta para dialogar con Trump sobre temas como el conflicto en Ucrania y las armas nucleares, pero ha expresado preocupaciones sobre los recientes comentarios de Trump, incluyendo su interés en adquirir Groenlandia.
Mientras tanto, China está navegando su larga rivalidad geopolítica con EE.UU., incluyendo las discusiones sobre la posible venta de TikTok en el país norteamericano. A pesar de enviar a su vicepresidente a la toma de posesión de Trump, los comentarios de Xi envían una advertencia sobre la autonomía de su país en la política exterior ante los cambios en Washington.