El 10 de noviembre de 2024, las grandes empresas tecnológicas Amazon, Microsoft y Google anunciaron su compromiso con la energía nuclear para alimentar centros de datos y abordar las crecientes demandas energéticas de la inteligencia artificial (IA).
Este cambio estratégico hacia la energía nuclear refleja una intención de utilizar fuentes de energía limpias y confiables, lo que podría transformar el panorama energético.
En India, donde el consumo de energía está aumentando debido a un sector tecnológico en expansión, hay un renovado interés por la energía nuclear. El país está reconsiderando su enfoque hacia esta fuente de energía, especialmente con el creciente interés en los Reactores Modulares Pequeños (SMR). Estos reactores son reconocidos por su tamaño compacto y su costo-efectividad, ofreciendo un ensamblaje más rápido que los reactores tradicionales.
Los SMR utilizan uranio de bajo enriquecimiento altamente enriquecido (HALEU), que presenta una mayor concentración de uranio-235, prometiendo un despliegue más rápido y menores costos. Sin embargo, los expertos advierten sobre los desafíos asociados con la gestión de residuos de los SMR.
Actualmente, la energía nuclear contribuye con menos del 2% a la red eléctrica de India, que depende en gran medida del carbón. El gobierno indio opera 22 reactores nucleares que generan un total de 6,780 MW y tiene como objetivo triplicar su capacidad nuclear para 2032.
Los marcos regulatorios, como la Ley de Energía Atómica y la Ley de Responsabilidad Civil por Daños Nucleares, actualmente restringen la propiedad de reactores a entidades estatales, lo que dificulta la participación del sector privado.
No obstante, se están llevando a cabo conversaciones con grandes empresas como Reliance Industries, Tata Power, Adani Power y Vedanta para explorar la participación privada en un modelo híbrido público-privado. Este enfoque podría introducir avances tecnológicos y recursos financieros en el sector nuclear.
La futura política nuclear de India deberá equilibrar la innovación con la seguridad, garantizando un entorno regulador que atraiga inversiones sin comprometer la responsabilidad.