El yuan chino se enfrenta a una presión a la baja en medio de las crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos y las preocupaciones sobre la economía nacional. El 10 de junio, el yuan se acercó a los niveles vistos por última vez durante la crisis financiera mundial de 2007, alcanzando también un mínimo de 15 meses frente a las monedas de sus socios comerciales.
El Banco Popular de China (PBoC) ha reducido recientemente la tasa base de la moneda nacional, con el objetivo de apoyar el crecimiento económico. El PBoC señala la voluntad de Beijing de permitir la depreciación de la moneda para apoyar las exportaciones, fijando la banda de negociación del yuan en torno al 2%.
Un yuan más débil podría hacer que los productos chinos sean más competitivos a nivel internacional, compensando potencialmente algunos efectos de los aranceles impuestos por Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha amenazado con aumentar los aranceles de importación sobre los productos chinos al 125%, buscando reducir los desequilibrios comerciales.
Ken Cheung, estratega jefe de divisas asiáticas de Mizuho Bank Ltd, señaló que el PBoC parece estar estabilizando el tipo de cambio dólar-yuan para gestionar las expectativas, incluso cuando el índice del yuan se debilita. Esta estrategia tiene como objetivo impulsar la competitividad de las exportaciones chinas frente a los socios comerciales no estadounidenses. El estratega de DBS Bank Ltd, Wei Liang Chang, sugiere que unos aranceles estadounidenses más amplios podrían perturbar significativamente el comercio entre China y Estados Unidos, lo que requeriría un yuan más débil.
Trump ha acusado repetidamente a China de manipulación de divisas para obtener una ventaja injusta en el comercio, al tiempo que ha insinuado posibles reuniones entre líderes para abordar las cuestiones comerciales. The Wall Street Journal informa de que se están manteniendo conversaciones para una posible reunión entre los dos líderes, potencialmente en suelo estadounidense.